Fernández Flórez, W., (1941), El ladrón de glándulas. Librería General

Fernández Flórez, W., (1941), El ladrón de glándulas. Librería General

En el caso del chispeante Wenceslao Fernández Florez una ficción supera o se adelanta a otra ficción. En su novela "El ladrón de glándulas" (Librería General. Zaragoza. 1941) expone el argumento que Hollywood reeditaría en 2009 en la película "El curioso caso de Benjamin Button". Un millonario argentino, -después de exponer su teoría de que los seres humanos deberían nacer viejos e ir rejuveneciendo con el tiempo- secuestra a Jaime Escobar, un ingenuo español de vacaciones en Biarritz, con la intención de arrebatarle sus "glándulas" que presuntamente darán al secuestrador la juventud perdida. 

No es este el único caso en el que he visto a don Wenceslao tener una imaginación afilada. Y como lo he visto me parece de justicia contarlo. En su divertida novela "El hombre que compró un automóvil" (1938) profetiza las consecuencias de una sociedad dominada por el uso y abuso del motor de explosión. Sin embargo lo mejor de todo es el relato breve que se incluye al final de la novela y que se titula "Colofón fantástico". En él describe una situación en un futuro incierto en la que los automóviles, las máquinas, cobran vida propia y se rebelan contra sus amos humanos... ¿les suena el argumento?

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