Simon, Ana Iris, (2020) Feria. Círculo de Tiza
Acabo de leer FERIA -justo cuando Ana Iris Simón acaba de tener a su primer "niño melocotón"- y no puedo menos que agradecerle la forma y el fondo que ha sabido dar a esto que no es una novela sino un ensayo familiar que ayudará a entender lo que queda de España a quien se sumerja en sus páginas. Creo que si cada familia tuviera su propia Ana Iris para contar cada epopeya doméstica las Españas volverían a ser lo que fuimos. Una tradición blindada contra las mentiras de las ideologías del progreso.
Recomiendo esta lectura, sin duda, aunque no espere nadie un libro carlista o de tradicionalismo político. Feria es un mosaico familiar contemporáneo en el que se apenas se desvelan las raíces de una tradición popular que se resiste a morir. Aporta esperanza, porque habla de la familia, la estirpe, la tierra y la tradición como enemigos del progreso falso y decadente de la modernidad.
Leyendo esta reivindicación vital de Ana Iris Simón no he dejado de pensar en La señorita Prim. El personaje de Natalia Sanmartín participaba en la reconstrucción un mundo pequeño y humano, con un toque afrancesado y un tanto artificial, como de cuento. Ana Iris, en cambio, recoge los jirones de su universo manchego, tan reales que aún se pueden tocar. ¡Qué gran equipo formarían ambas, diferentes como un Quijote y un Sancho femeninos, o -mejor aún- como dos variantes de un mismo Quijote- si quisieran arremeter, juntas, contra los molinos de ese engaño llamado progreso!
Y me quedo con las ganas se saber algo más de ese antepasado carlista Diego Simón, que Ana Iris menciona en el entierro de Hilario. Y de saber por qué, en la historia del gigante-molino, dice eso de que "... tras don Alonso apenas nadie me había sabido ver como lo que soy, ni a mí ni a ninguno de los míos, salvo un puñado de críos y un carlista adolescente una vez, pero nadie le tomó en serio. Pocos tomaron en serio a los carlistas, realmente. Si no que se lo pregunten a Valle, que como Alonso y como la señora del visillo seguramente habría sabido reconocerme." Supongo que algún día me enteraré.
Quiero dar, en fin, la enhorabuena a Ana Iris Simón, por todo, por el libro, por el hijo y por la sombra del árbol que ha heredado.
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